jueves, 3 de diciembre de 2020

David Herbert Lawrence

Novelista y poeta británico, nacido en Eastwood (Nottighamshire) el 11 de septiembre de 1885 y fallecido en Vence (Provenza) en 1930, que en contra de las corrientes estéticas y morales de su tiempo fue uno de los más destacados precursores de la literatura erótica.
Fue hijo de un minero casi analfabeto y aficionado a la bebida, y de una maestra amante de la cultura, hecho que provocó su interés por la pintura y la lectura. La diferencia cultural entre sus padres fue un elemento clave en la psicología de Lawrence, quien sufrió en su niñez el enfrentamiento habitual entre sus progenitores, siendo éste un motivo recurrente en sus novelas. Al fallecer su hermano mayor, la madre volcó en Lawrence un posesivo amor, que le dejó marcado para toda la vida, siendo éste uno de los temas de la novela Hijos y amantes (1913). Siguiendo la tradición familiar, entre 1902 y 1906, fue maestro en la British School de Eastwood, iniciándose en la literatura. Quiso ser profesor y, para ello, estudió en Nottingham University College (1908). 

En 1910 ayudó a su madre, enferma de cáncer, a ingerir una sobredosis de somníferos.

Durante muy poco tiempo se dedicó a la docencia, dejando su trabajo para dedicarse a la literatura. Trabó amistad con Frieda Richtofen, que estaba casada con su profesor y con la que se casó dos años después, cuando ella consiguió el divorcio. Su intensa, tormentosa y nómada vida en común le proporcionó material para muchas de sus novelas. Viajaron por Alemania, Austria e Italia donde escribió La vara de Aarón (1922) y empezó la redacción de un volumen de crítica literaria, Estudios sobre literatura clásica americana, que publicó en 1923. Dos años más tarde, en 1914, regresó a Inglaterra, condenando enérgicamente la guerra europea.

Sus primeras obras, El pavo Blanco (1911) publicada gracias a la ayuda de su amigo Ford Madox Ford, y El merodeador (1912), levantaron escándalo por la audacia que empleó en el tratamiento del amor físico. Publicó en 1915 El arco iris, novela considerada por los ingleses como obscena, y que fue censurada. Salió de su país buscando un lugar idílico, que por supuesto no encontró. La tuberculosis se añadió a sus problemas, y en 1919 empezó un periodo de vagabundeo sin descanso en busca de un clima más benigno. En 1922 marchó a Estados Unidos con intención de quedarse, pero más tarde volvería a Europa fijando residencia en Italia. Sus viajes le proporcionaron los ambientes de varios libros: la región italiana de Abruzzi en La mujer perdida (1920), Cerdeña en El mar y Cerdeña (1921) y Australia en Canguro (1923).

Durante sus estancias en México y Taos, Nuevo México (1923-1925), escribió La serpiente emplumada (1926), novela que refleja su fascinación por la civilización azteca. Su poesía más original, publicada en Pájaros, bestias y flores (1923), emana de sus experiencias con la naturaleza en el suroeste de Estados Unidos y la región mediterránea. A partir de 1926 vivió principalmente en Italia, donde escribió y reescribió su novela más famosa, El amante de lady Chatterley (1928), que trata de las relaciones sexuales entre una mujer y el guardabosques de su esposo, miembro de la nobleza, que no se publicó íntegramente hasta 1960. Esta novela escandalizó por tratar los temas del sexo con un verismo sin precedentes. En 1932 se publicó una versión expurgada. Murió de Tuberculosis, el 2 de marzo de 1930, en un sanatorio de Vence, en la Provenza francesa, pero fue inhumado por deseo expreso en Nuevo México.
Estancia en México

En sus más de cuarenta libros ensalzó su visión de un ser humano completo y natural, opuesto a la artificialidad de la moderna sociedad industrial por su deshumanización de la vida y del amor. Sin embargo, sus novelas fueron malentendidas y atacadas, e incluso prohibidas, por su abierto tratamiento de los temas sexuales. Exploró incesantemente las relaciones entre los sexos, y siempre puso en primer lugar el instinto frente al intelecto. Algunas de sus obras más representativas, además de las ya citadas, son: ¡Mira! Hemos cruzado hasta aquí (1917); Mujeres enamoradas (1920).  En cuanto a su poesía, la entendió como manifestación integral del alma, de la mente y el cuerpo: Poemas de amor (1913); Últimos poemas (1932). Autor de diversos ensayos, entre ellos sobresalen Estudios sobre la literatura americana clásica (1923), y un sinfín de sugestivos estudios de países, como son: Crepúsculo en Italia (1916), Mar y Cerdeña (1921), y Lugares etruscos (1932).
Algunas de sus obras

La célebre escritora franco-estadounidense Anaïs Nin contribuó notablemente a la revalorización de la obra de Lawrence al publicar en 1932 un estudio titulado D.H. Lawrence: An Unprofessional Study (1932).
Anaïs Nin

Y tú, ¿Has leído alguna obra de D.H. Lawrence?
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